La Sodería, uno de los grupos de teatro independientes más antiguos de la capital, dio el portazo. O mejor dicho, el carpetazo. El grupo decidió retirar la carpeta presentada para optar por subsidio debido -según consignó-, a la falta de reglamentación de la Ley Provincial de Teatro 7854, la falta de transparencia, las restricciones presupuestarias y la burocracia en el otorgamiento de los fondos. "El presupuesto debería ser este año de $ 1 millón pero se quedó en los valores de 2007", fundamentó el grupo que dirige Teresita Guardia. "El patrimonio cultural que genera anualmente el teatro independiente es de alrededor de $ 5 millones si tenemos en cuenta las producciones (alrededor de 30 estrenos anuales)", agregó.

La decisión provocó un debate en la comunidad teatral. La Coordinadora de Trabajadores de la Cultura saludó el hecho, calificándolo como un gesto ético, y nuevamente pidió el alejamiento de Mauricio Guzman de la presidencia del Ente Cultural.

Por su parte, Pablo Gigena sostuvo: "más ético es no renunciar a un derecho, y en cambio reclamar y exigir lo que nos corresponde con la lucha. Se trata de fondos dispuestos por la ley, no son una concesión ni una limosna".